El México apartado de las campañas

Esta semana empezaron los candidatos a puestos populares a bombardearnos con sus tradicionales campañas.

Como es tradición, la mayoría de lo que digan quedará en buenas intenciones y promesas al aire.

En esta ocasión, el electorado deberá decantarse entre dos claras opciones, la continuidad de la 4t o alguna de las opciones que presenta la oposición.

Ambos bandos representan una pésima opción.

Por un lado, la 4t resultó ser más de lo mismo, con prácticamente tres años de recursos desperdiciados y logros endebles que rayan en el populismo.

Por el otro, la oposición está fragmentada y cuenta con un largo historial de corrupción que simplemente no pueden dejar atrás.

En resumen, en México no hay a quien irle en política.

Pero aunado a esto, mientras los candidatos se preparan a derrochar dinero como si sobrara en nuestro país, hay otra cara de la moneda.

México está sumido en una serie de problemas estructurales que fueron agravados por la pandemia y la inatención por parte de la 4t.

Durante el periodo de campañas, más de la mitad de la población se encuentra en pobreza extrema, la economía está completamente destruida, la violencia generalizada sigue creciendo, la corrupción se presenta en todos los niveles de gobierno y la impunidad parece no tener fin.

Los candidatos tanto oficialistas como de la oposición saldrán a prometerle la luna y las estrellas (como siempre lo han hecho).

El derroche de recursos será la única bandera.

Mientras tanto, que los mexicanos se sigan muriendo.

Sobre el autor: Eduardo Román.

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