Se podría mejorar el TMEC
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) considera que el mayor reto para consolidar a Norteamérica como la región más competitiva del mundo es la necesidad de contar con una visión integral de dicho bloque, que vaya más allá del TMEC en donde participen gobiernos, sector privado y sociedad civil.
El organismo destaca que la Cumbre de Líderes de América del Norte y el diálogo constante abren la puerta para desarrollar una agenda ambiciosa de cooperación e integración, que permita a la región capitalizar las oportunidades y profundizar la integración económica, tanto en términos logísticos, laborales y energéticos.
“Las posibilidades de desarrollo de México, Estados Unidos y Canadá dependen en buena medida de la competitividad de América del Norte como región. Las oportunidades son para todos”, apunta el think tank.
El centro de investigación indica que la reunión entre los líderes de los tres países miembros del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC) se da en un contexto geopolítico propicio para detonar la competitividad de la región, que actualmente aporta 28% del PIB global y representa un bloque económico 50% mayor que China y 55% mayor que la Unión Europea.
Además, el volumen del intercambio comercial entre México, Estados Unidos y Canadá representa 6% de todo el tradicional de bienes entre los países del mundo; este monto representa alrededor de la mitad de todo lo que China comercia con el mundo.
Un punto de partida para aprovechar la coyuntura es construir una agenda que permita a la región aprovechar las oportunidades que ofrece el nearshoring. La fortaleza productiva y comercial de América del Norte, su infraestructura (principalmente con la que cuentan Estados Unidos y Canadá), su demografía y su red de tratados comerciales impulsan el potencial de la región para generar, atraer y retener talento e inversión.
El IMCO dice que la invasión de Rusia a Ucrania y la subsecuente crisis energética en Europa, la política de cero covid en China, así como la tendencia hacia la regionalización de las cadenas de valor, hacen de América del Norte un destino particularmente atractivo comparado con su competencia en Europa y Asia.
“¿Qué necesita América del Norte para capitalizar esta oportunidad histórica? En primera instancia, se requiere inversión en infraestructura física, digital y de transporte que permita a la región atraer las industrias del futuro como las granjas de servidores de datos, los semiconductores, la inteligencia artificial, internet de las cosas y la movilidad eléctrica, entre otros”, dijo.
Destaca que también se requiere fortalecer el Estado de derecho, acelerar la transición energética, expandir la infraestructura logística y desarrollar y compartir capital humano.