Más de 75 países “se comprometerán a tomar medidas para poner fin al uso de los alimentos como arma de guerra y a la inanición de civiles como táctica bélica”, respaldando un comunicado elaborado por Estados Unidos que se presentará el jueves en las Naciones Unidas, según informaron altos cargos estadounidenses.
El secretario de Estado de EU, Antony Blinken, dará a conocer el comunicado el jueves, cuando presida una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la hambruna y la inseguridad alimentaria causadas por los conflictos. Un alto cargo estadounidense dijo que se espera que más países se comprometan.
Blinken también anunciará unos 362 millones de dólares en nuevos fondos estadounidenses para “hacer frente a las causas de la inseguridad alimentaria y mejorar la resiliencia” en casi una docena de países africanos y Haití, dijo un segundo alto cargo estadounidense.
Aunque Estados Unidos, la Unión Europea y otros países han acusado a Rusia de utilizar los alimentos como arma de guerra al empeorar una crisis alimentaria mundial cuando invadió Ucrania en febrero de 2022, el borrador del comunicado no señala específicamente a ningún país.
“No buscamos convertir esto en un enfrentamiento en Rusia o en cualquier otro país”, dijo el segundo alto cargo estadounidense.
“Por muy aborrecibles que nosotros y tantos países de todo el mundo encontremos las acciones de Moscú, reconocemos que este es un desafío que va más allá de un solo país”, dijo el alto cargo. “También sabemos que nuestros socios, especialmente en el sur global, preferirían escuchar un enfoque en soluciones en lugar de señalar con el dedo”.
Rusia abandonó el mes pasado un acuerdo que había permitido la exportación segura de grano ucraniano al mar Negro durante el pasado año. El pacto fue negociado por las Naciones Unidas y Turquía para ayudar a aliviar la crisis alimentaria mundial tras la invasión rusa de Ucrania.
Tanto Ucrania como Rusia son los principales exportadores de grano.
Tras la retirada rusa, Moscú comenzó a atacar los puertos ucranianos y las infraestructuras de cereales del mar Negro y el Danubio, y los precios mundiales del grano se dispararon. Moscú ha declarado que si se cumplieran sus exigencias de mejorar sus propias exportaciones de grano y fertilizantes, consideraría la posibilidad de reactivar el acuerdo del mar Negro.