El Acuerdo Envenenado. Esta semana se habló mucho (pero no lo suficiente) del “Acuerdo” enviado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador a las dependencias que componen la estructura del gobierno federal, para básicamente dos cosas: volver sus 3 obras emblemáticas intocables y brincarse una multitud de leyes federales, estatales y municipales.
El acuerdo es por demás mañoso y peligroso.
¿Por qué Peligroso? Por qué tiene la intención de violar otras leyes en el futuro.
La realidad es que un documento de este tipo, no tiene ningún peso jurídico.
¿Acaso con un simple acuerdo del Poder Ejecutivo puede violar cualquier ley federal y estatal?
El documento, únicamente tiene 3 puntos, el primero declara de interés nacional los proyectos y obras del Gobierno de México, el segundo permite a las dependencias de la administración pública federal otorgar permisos provisionales para realizar la ejecución de estas obras, el tercero establece una vigencia de 12 meses para ese permiso.
Estos tres puntos violan por si solos todas estas leyes:
- Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
- Ley de Obras Públicas y Servicios Relacionados con las Mismas
- Ley de la Administración Pública Federal
- Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente
- Ley General de Amparo
- Ley de Fiscalización Superior y Rendición de Cuentas de la Federación
- Ley de Disciplina Financiera
- Además, de una multitud de leyes estatales, municipales, así como reglas de operación.
Operar bajo los supuestos de este Acuerdo es por sí mismo, ilegal.
Pero en el Gobierno Federal saben perfectamente esto, pues el acuerdo fue enviado con otro objetivo, medir la reacción de los demás poderes.
Si se permite que mediante un simple documento administrativo que no tiene ningún peso jurídico se sobrepase la constitución y sus leyes, ¿Qué impedirá que en el futuro se haga lo mismo con cosas más graves?
¿Y si se emitiera uno para cancelar elecciones? O ¿para violentar derechos humanos? O que tal, para eliminar a los demás poderes.
El Acuerdo emitido por la presidencia está envenenado y tiene malas intenciones.
El tema, debería de preocupación general para toda la población, ya que no están sólo en juego las leyes en materia de obra público, sino todo el marco jurídico y constitucional de los mexicanos.
Bajo ningún concepto podemos permitir que con documentos meramente administrativos se violen la constitución y sus leyes.
Eduardo Román @E_Romanc