El escenario para las elecciones de 2021 no se vislumbra positivo de ninguna forma para el partido del presidente.
2020 será uno de los peores años en materia económica, caracterizado por altas tasas de desempleo, precios mínimos históricos en el petróleo, un peso devaluado, incremento en los índices de inseguridad y bajos indicadores económicos en general.
El desempeño para México será terrible y el gobierno ya no podrá poner de excusa a los gobiernos anteriores para justificar su incompetencia.
En un intento desesperado, el gobierno va a echar culpas a la pandemia; dirá que, de no ser por el Coronavirus, hubiera sido un excelente año en materia económica. Sin embargo, la gente ya no es de memoria corta, incluso antes del virus, se veían venir números negativos para la economía mexicana y una inseguridad creciente que aquejaba a los mexicanos; además, los gobernadores y presidentes municipales emanados de Morena, cuentan con terribles resultados y un repudio generalizado de la gente.
En su intento desesperado, Morena va a hacer todo lo posible por conservar los escaños de los diputados federales, esto con la intención de continuar el proyecto de la Cuarta Transformación, un proyecto que, desde ya, se puede dar por terminado.
2021 será un año complejo para el partido Morena, la gente no perdonará el fuerte golpe económico a su bolsillo, y al igual que pasó con el PRI, el culpable será el partido que se encuentra en el poder.
Por Eduardo Román