Se incuba una rebelión en Twitter.
El fondo de inversión Elliott Management Corporation está moviendo las aguas dentro de Twitter para reemplazar al director ejecutivo y cofundador de la empresa, Jack Dorsey, según informaron medios estadounidenses.
Se trata del mismo «fondo buitre» que le ganó el juicio a Argentina luego del default en 2002 y que embargó la fragata Libertad en 2012.
Su fundador, el republicano Paul Singer, quien rechazó la propuesta para reestructurar la deuda, consiguió que el Estado argentino le pagara US$1.300 millones por bonos que compró a US$40 millones durante la crisis económica.
Acusado como especulador por el gobierno de Cristina Kirchner y uno de los causantes de que el país quedara sin acceso al mercado de capitales por 12 años, el fondo Elliot -que compró acciones en Twitter- buscaría la salida de Dorsey para incrementar el precio de las acciones de la red social, valorada en US$26.000 millones.
Y nos son los únicos que han buscado destronar al excéntrico cofundador, conocido despertarse a las cinco de la mañana, tomar baños de agua fría, meditar, comer una sola vez al día, ayunar gran parte del fin de semana y caminar ocho kilómetros diarios para llegar a su oficina.
En diciembre Scott Galloway, inversionista en Twitter y profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad de Nueva York, escribió una carta abierta expresando su inquietud sobre el tema.
«Para ser claro, mi principal objetivo es el reemplazo del director ejecutivo Jack Dorsey«, dice la declaración.
El secretismo de la operación
Aunque se ha revelado muy poca información sobre de las discusiones que existen a nivel del directorio, poco a poco han comenzado a emerger algunos detalles.
«Todo lo que sabemos es que Elliott (Management Corporation) se reunió con Twitter, aparentemente con un puñado de miembros directivos, y nominó a cuatro personas para ocupar tres puestos vacantes en la junta», le dice a BBC Mundo Michael Pachter, director gerente de Análisis de Capital en Wedbush, una firma estadounidense de inversiones y servicios financieros.
Desde que Dorsey regresó a Twitter como director ejecutivo en 2015, las acciones de la compañía han caído 6%, mientras que los títulos de Facebook han subido más de 121% en el mismo período.
Esa escasez de rendimiento para los accionistas, sería una de las causas que está detrás del descontento.
Pero también estaría influyendo el hecho de que Dorsey no trabaja exclusivamente para la firma, puesto que también está cargo de la empresa de pagos digitales Square, otro de sus negocios.
«Es razonable que los accionistas esperen que un director ejecutivo dedique todo su tiempo de trabajo a la compañía», comenta Pachter.
«Ellos quieren un CEO a tiempo completo y quieren otros cambios, como un aumento de los ingresos y las ganancias, pero no tenemos más detalles».
Algunos analistas del sector han criticado a Twitter por «haberse quedado atrás en innovación, eligiendo focalizarse en su servicio central, mientras que otras redes sociales competidoras, como Snap o Instagram, desarrollan filtros e historias populares entre sus usuarios», señala un artículo de Bloomberg.
El poder corporativo
El fondo de inversión Elliott Management es conocido en el mundo de los negocios como un «fondo activista».
Así se les llama a los inversores que utilizan su poder para influir en el control de una firma, promoviendo activamente -y de manera directa- cambios en la gestión o en decisiones corporativas.
En este sentido Elliott Management ha tenido una política de persuasión hacia los directivos de las compañías donde participa para implementar transformaciones radicales enfocadas a subir el valor de las acciones.
Información de BBC